lunes, 3 de agosto de 2009

FE RESUELTA N°59


FE RESUELTA
Nº 59 Agosto 2009 fe.resuelta@gmail.com Patria- Estado – Destino
Director: Hugo Carreño Aránguiz http://feresueltachile.blogspot.com/ Fundada en Octubre del 2004

REFORMA DE LA EMPRESA Y SINDICALISMO
La sociedad va construyendo los valores con su historia, sus vivencias, sus experiencias y el aporte explícito que cada cierto tiempo hacen personas que destacan al interior de su pueblo, a quienes llamamos generalmente líderes. Alberto Hurtado y Arturo Prat.
Los valores en toda sociedad son fundamentales para una buena convivencia de las personas, para respetarse y establecer límites dentro de los cuales éstas puedan actuar sin caer en faltas con lo que está aceptado por la sociedad en que le toca vivir.
Estos valores también juegan un rol importante para conducir por el camino correcto las actuaciones de los individuos, para que actúen en beneficio y aportando a la sociedad.
Misael Galleguillos expresó en Educación, Ciencia y Valores, publicado el 2004, que estos criterios proyectados a la empresa, para definir los valores corporativos, son esenciales para el diseño y la implementación de una estrategia empresarial, que va indisolublemente unida al proceso de toma de decisiones, donde la cultura corporativa es consustancial a la eficiencia en el logro de los objetivos.
La interacción en patrones de comportamiento que genera la cultura corporativa, donde se entremezclan la autoridad, el orden, la jerarquía, la lealtad, el sentido de pertenencia, los equipos de trabajo, la representación, la participación y la vocación de servicio, son la consecuencia de la creación de valores al interior de las corporaciones que sirven como estrella de orientación para la realización del trabajo de todo equipo humano que labora en la empresa, facilita el actuar de las personas y permite minimizar las normas y procedimientos.
La reforma de la empresa se concibe como la necesaria adaptación, de las normas que las rigen, a la nueva realidad empresarial, lejana ya de su significado liberal que proviene de la llamada revolución industrial.
Además, el divorcio entre realidad y derecho pone en peligro a éste último, erosionando la autoridad que emana de las leyes .La contradicción entre realidad social y económica con el orden jurídico, supone un hecho grave que hace peligrar la estabilidad social, el sistema de convivencia y el equilibrio de los intereses al cuestionar el significado, sentido y función social del derecho y del ordenamiento jurídico.

El trabajador chileno es más sindicalista que socialista.
Clotario Blest, creó primero su Partido Social Sindicalista, de contenido social católico, para luego crear la Central Única de Trabajadores, CUT, y la Asociación Nacional de Empleados Fiscales, ANEF.
El nacional sindicalismo ha derivado a una tendencia de autogestión sindical promovida en 1977 por Federico Mujica, dirigente de los empleados particulares, Pedro Zurita, director de la Escuela Sindical y Misael Galleguillos, Secretario Nacional de los Gremios.
Algunos sectores nacional sindicalista consideran dos corrientes sindicalistas: sindicalismo de autogestión y social sindicalismo.
El Movimiento Nacional Sindicalista, proclama, en esta materia, que sus fines son la perfección de formas que se han hecho anticuadas o que son injustas y su sustitución por un orden más justo, digno, libre y participativo.
La forma política nacional sindicalista está sustentada, de una forma básica y real, en aquellos grupos naturales de convivencia y en organismos que cumplen funciones sociales como familia, municipio, provincia, región, sindicatos, gremios, corporaciones y escuelas. Cualquier otra forma representativa es complementaria y está dirigida a la elección de autoridades de los organismos de la convivencia y de la institucionalidad del estado.
El trabajo es el factor esencial de la producción, entendiendo por tal el esfuerzo del hombre para transformar las cosas.
El denominador común de productor adquiere su verdadera dimensión al agrupar a todos los que de verdad participan con su esfuerzo en el proceso productivo.
El sistema financiero no debe participar ni en la propiedad ni en la gestión de la nueva empresa.
Los aportes de capital tienen justo derecho a recibir intereses por su inversión.
El concepto de propiedad, como proyección del hombre sobre las cosas, es cambiante en su alcance y limitaciones a través de las épocas y de las nuevas generaciones.
El nacional sindicalismo siempre ha limitado la propiedad privada en cuanto a su función social. Respetando la propiedad privada, con esta limitación social, se propugnan otras formas de propiedad como la familiar, comunal, estatal, sindical y cooperativa. La nueva empresa adopta la forma de unidad económica, en la que todos los que trabajan en ella, gerentes, directores, profesionales, técnicos y trabajadores
participan en la propiedad y en la gestión. Es por tanto la autogestión de la empresa, sin la intervención del capital ni del estado, lo que formará nuevas empresas, verdaderas células socioeconómicas, resolviendo en su interior todos los problemas en el sindicato de empresa, integrado por representantes de todos los que trabajan en ella.
La plus valía de la producción es asignada al trabajo mediante este sindicato de empresa En la economía social de mercado es la empresa la que aporta lo social, incorporando la función social como eje de su forma y estructura para definir un sindicalismo libre, autónomo, tecnificado, social, participativo o simplemente de autogestión.
El reconocimiento de la soberanía social en los actuales sindicatos es el punto de partida para crear el sindicalismo que promueve el nacional sindicalismo.
El sindicato ha sido denominado sindicato libre de empresa, sindicato autónomo, sindicato nacionalista, sindicato corporativo, sindicato de autogestión y el sindicato de clases que postulan las izquierdas y el anarquismo.
Otros autores prefieren definir el sindicato poniendo el acento en la empresa: empresa integrada, empresa social de mercado, empresa corporativa, empresa del estado, o simplemente empresa, entendida como unidad socioeconómica de autogestión.
Por supuesto que la nueva empresa debe incorporar el avance científico y tecnológico a su gestión dando paso a la reingeniería para darle eficiencia, o bien abrirse al mercado para incorporar servicios y partes a fin de mejorar su funcionamiento, dejando de lado componentes prescindibles como el aseo, la alimentación, la mantención de equipos y maquinarias y la selección de personal (autsourcing).
El MNS proclama un orden económico que debe considerar el destino universal de los bienes, la integración de todos en el proceso productivo y la participación de todos en los beneficios del desarrollo, para dar término a la exclusión de vastos sectores sociales del sistema que hoy nos rige.
Este orden debe financiar nuestro proyecto nacional para cumplir los objetivos de la realización de la patria.
Para el MNS los sindicatos son portadores de soberanía social que se expresan legítimamente a través de organizaciones sectoriales de representación y participación social en la empresa, en el gobierno y en los organismos institucionales del desarrollo sustentable.
El acceso a la propiedad de la empresa debe ser gradual y convenido en la negociación colectiva, que además fija las remuneraciones y las condiciones de trabajo.
Este sistema de participación de los trabajadores permitirá dar más poder a los sindicatos.

REFUNDACION NACIONALISTA.
El Movimiento Nacional Sindicalista fue creado en 1949.
En esa época las banderas de lucha por la justicia y el sindicalismo, estaban en manos nacionalistas de sentido patriótico y social. La trayectoria del nacionalismo había recorrido un camino de servicio y sacrificio, sobre todo por la masacre del seguro obrero, la acción patriótica del nacionalismo, a partir del centenario, y la acción militar. De allí provienen los compromisos con la patria, entendida como sustento original de la fe y de la esperanza en la grandeza de nuestro destino histórico. Entonces el nacionalismo había hecho escuela para orientar su quehacer político y doctrinario. Se conocía el testimonio histórico de hombres de calidad espiritual que se esforzaron por recrear la chilenidad en el siglo XX.
Importante rol aportó el tradicionalismo católico y el patriotismo heroico de nuestras guerras victoriosas, para dar sustentación valórica al ser de la patria .No hay nueva creación sin tradición que la posibilite como no hay tradición sin nueva creación que la consolide. Es la continuidad de la realización de nuestro pueblo. Es la refundación nacionalista de la patria.
La patria chilena es nuestro ámbito esencial para la forja de un destino en lo universal.
Entre 1947 y 1952 se crearon los fundamentos de una escuela de pensamientos y valores. En esta tarea participaron nuestros primeros camaradas: Ramón Callís, Osvaldo Lira, Delfín Alcaide, Gastón Acuña, Federico Mujica, Valentín Robles, Daniel Frías, Alejandro Schuster, Pascual Cartagena, Jorge Villacura, Olegario Vásquez y Adrián Buzzetti.
Sus hombres de vanguardia definieron una misión de servicio para la forja permanente de la patria. Hemos dado cumplimiento a esta misión desde 1947 cuando se creó Bandera Negra.
Treinta años después se creaba la Secretaría Nacional de los Gremios, la Escuela Sindical, el Estatuto Social de la Empresa y el Consejo Nacional del Trabajo.
Siempre surgen nuevos desafíos para defender lo permanente de nuestra nación. Las tinieblas de lo antivalórico se aprestan a cubrir, en todo momento, nuestra luz, que es origen y destino. Es nuestra misión pasar desde las tiniebla a la luz .Fue la intención de Carrera. La misma que tuvo Adrián Buzzetti para crear nuestra bandera.
Saludos a todos los nacional sindicalistas en Agosto.
Hito en el tiempo de nuestro quehacer permanente.