miércoles, 5 de septiembre de 2012

FE RESUELTA 96 SEPTIEMBRE 2012

FE RESUELTA 96 SEPTIEMBRE 2012 MOVIMIENTO NACIONAL SINDICALISTA CHILE NACIONALISMO Y GOBIERNO MILITAR El nacionalismo chileno dio su apoyo al gobierno institucional de las Fuerzas Armadas y de Orden. En un primer momento dos agrupaciones tuvieron protagonismo en las acciones políticas y sociales: El Frente Nacionalista Patria y Libertad, FNPL y el Movimiento Revolucionario Nacional Sindicalista, MRNS. El primero dirigido por Pablo Rodríguez Grez y el segundo por Eugenio Cáceres Contreras. Había otras agrupaciones, pero no tenían vigencia institucional. Entre ellas figura la Acción Nacionalista Revolucionaria, donde destacan Pedro Medina, Guido Poli y Erwin Robertson. Después del cambio de gobierno surgió la Unión Nacionalista de Chile de Jorge Vargas y Fernando González, el Movimiento de Acción Nacional de Pablo Rodríguez, Gastón Acuña y Federico Willoughby y el Movimiento Avanzada Nacional de Carlos Cruz Coke y Álvaro Corvalán. Además tenían presencia Miguel Serrano, diplomático, escritor y poeta que proclamaba su fe en lo mágico y esotérico como raíces profundas del nacionalsocialismo, y Julio Tapia Fallk, abogado y diplomático que fuera Rector de la Universidad de Chile que, como presidente del Instituto de Estudios Históricos Arturo Prat, desarrolló una importante labor intelectual acerca del nacionalismo, con diversas conferencias que se realizaron en el Café Literario de Providencia. La creación de una nueva institucionalidad para la convivencia nacional concitó el apoyo del MRNS que pasó de la acción universitaria a formar parte del gobierno en, al menos, tres ministerios: Secretaría General de Gobierno, Secretaría General de la Presidencia (Consejo Asesor Presidencial) y Ministerio de Educación y Cultura. El MRNS actuó en organismos de gobierno, en grupos sociales y en acciones públicas. Creó el grito de acción ¡Por Chile, Siempre! ¡Nacionalismo, Presente! que aún perdura. También ¡Fuera las Manos de Chile! condenando las intromisiones de organismos extranjeros en nuestra patria. En 1983, 10 años después del cambio de gobierno, proclamó su independencia del gobierno, retomó la acción política y cambió su nombre institucional a Movimiento Nacional Sindicalista, MNS, que era el nombre fundacional del Movimiento. En Agosto de1984 organizó con la Unión Nacionalista del Dr. Jorge Vargas y el Frente de Acción Nacional de Juan González un acto político en los salones del Audax Italiano al que concurrieron más de 400 personas. Al acto concurrieron dirigentes del Movimiento de Acción Nacional que invitaron a personeros del acto a concurrir como observadores a un Encuentro Nacional donde se analizarían temas políticos y se elegirían a una nueva directiva. Hubo dos postulantes: Pablo Rodríguez y Federico Willoughby. Ganó Willoughby por un voto. A los pocos días Gastón Acuña anunció la disolución del MAN. Acuña había sido Director de Informaciones de Gobierno y Director del diario La Nación. Dirigió además la Revista Estanquero 11 de corta existencia. El MNS inició una acción editorial publicando 10 libros sobre materias políticas y doctrinarias que contenían estudios sobre nacional sindicalismo, neoliberalismo, cuerpos sociales, educación, valores y cultura. El Movimiento de Acción Nacional se formó después de la salida del gobierno del llamado sector “duro”, formado por nacionalistas que provenían del pratismo, del sector histórico ibañista y del FNPL. El pratismo era una corriente nacionalista heredera del Movimiento de Acción Nacional formado por el ex Ministro Jorge Prat Echaurren y Sergio Onofre Jarpa, el ibañismo una fuerza más consistente y con trayectoria política formada por seguidores del Presidente General Carlos Ibáñez del Campo. El llamado sector duro tenía llegada a la presidencia y buscaba formas para ganar influencia que incluían relacionarse con la familia del Presidente y con las fuerzas de seguridad. El FNPL se disolvió y su líder Pablo Rodríguez mantuvo contactos permanentes con el gobierno. En1990 fue precandidato presidencial apoyado por la Legión Nacionalista de Chile conformada por el Movimiento Nacional Sindicalista, el Círculo de Amigos de Patria y Libertad, la Juventud Nacionalista, el Frente Laboral, el Frente de Pobladores y la Liga Pro Patria. Rodríguez fue abogado del Presidente Pinochet hasta su muerte. Una tesis de trabajo válida para el nacionalismo y el tradicionalismo fue enfrentar la situación política y de seguridad, para lograr la gobernabilidad de la nación, en vista de la existencia de grupos armados disidentes después del cambio de gobierno, con las ideas y propuestas de las operaciones psicológicas. Otros, por el contrario, preferían el enfrentamiento y la confrontación. Tal vez en un comienzo se tuvo que actuar como fuerza orgánica, para lograr el cambio de gobierno. No es fácil actuar contra el socialismo totalitario en un gobierno que se declara revolucionario y estatista. Para dar continuidad a la construcción de un nuevo régimen se debe operar con los avances de la ciencia política y los alcances de la tecnología en las comunicaciones. Es el poder psicosocial de que están dotadas las naciones. Los resultados están a la vista de los investigadores sociales. La proyección del nacionalismo a la política requiere de la creación de un instrumento político que sea idóneo, eficiente y eficaz en el logro de sus metas y objetivos. Para ello hay que proveer de fuerza, representatividad y participación a los movimientos sociales que se generan en la convivencia social y en los cuerpos sociales de la nación. No puede haber unidad en la nación si no hay unidad en el nacionalismo, al menos en sus movimientos de mayor influencia. NACIONAL SINDICALISMO EN LA SECRETARIA DE LOS GREMIOS El movimiento sindical chileno fue dinamizado por el accionar del movimiento nacional sindicalista. Su presencia en la Secretaría Nacional de los Gremios produjo una situación diferente en el mundo sindical y en la política chilena de los años 1973-1983. En efecto el alejamiento del gobierno militar de la democracia cristiana en 1976 dejó un espacio político que fue llenado por el nacionalsindicalismo. La DC se dio cuenta que no tenía ventajas por apoyar el cambio de gobierno en 1973, ya que sus cuadros sindicales y del trabajo o se habían desplazado a la izquierda socialista o habían emigrado al nacionalismo del trabajo. Prueba de ello fue la adhesión de los dirigentes de la ASICH y de otros de sus seguidores al Frente Laboral o al ámbito de la Secretaría de los Gremios y de la Escuela Sindical. En la izquierda socialista se ubicó Manuel Bustos y su Coordinadora Nacional Sindical a partir de 1978. En las elecciones sindicales de octubre de 1978 a que convocó la SNG y la Dirección del Trabajo se movilizó al mundo de los sindicatos y las confederaciones. Una decisión audaz para normalizar la vida de los sindicatos y dar representación y legitimidad a los dirigentes. También implicaba la reanudación de la negociación colectiva. El nacional sindicalismo creía en la representación de los trabajadores a través de sindicatos y confederaciones. Los sindicatos están dotados de soberanía social, que es parte de la soberanía de la nación. Como lo afirma Raúl Santander Vásquez en su obra Historia del Chile Reciente publicada el 2001 estas elecciones pueden haber sido castradas, dirigidas y controladas, pero dieron muestra de una nueva etapa en la vida sindical y en la conciencia de los trabajadores. En la ocasión los dirigentes sindicales opositores y disidentes lograron una presencia mayoritaria al lograr el 57 % de los cargos. El sector cercano a la SNG y al Frente Laboral logró el 43 % de los votos. Una buena representación para el nacionalismo en el ámbito del trabajo. La realización de encuentros nacionales de dirigentes laborales, con participación de Ministros como expositores, organizados por la SNG, con régimen de internado en Santiago, al que concurrían 300 dirigentes, dieron nuevo impulso a la vida sindical. Así lo reconocieron Federico Mujica y Manuel Rodríguez de los empleados particulares y del Agregado Laboral en España y Europa respectivamente. Misma impresión que manifestó el Agregado Laboral en Estados Unidos Wenceslao Moreno. Raúl Santander critica a los partidos de la Unidad Popular y de la Concertación por la ausencia de una política revolucionaria que genere una fuerte contradicción entre los trabajadores y la burguesía, para asumir la fuerza social que tienen las organizaciones sociales y ganar el poder político del estado, a fin de iniciar un proceso real para implantar el socialismo. Es lo propio de quienes creen en Marx y la lucha de clases. La SNG, en manos del nacionalsindicalismo, activó el sindicalismo, principalmente, en las industrias, la minería, el comercio, la administración pública y las empresas del estado. A pesar de tener el apoyo de sectores militares con mando político pronto fue perseguido por el neoliberalismo asentado en el gobierno que alcanzó mayor fuerza con la adhesión del gremialismo de Jaime Guzmán a sus postulados de una economía especuladora para producir dinero y con ello mayor poder. Guzmán se justificó ante sus seguidores afirmando que estuvo junto al nacionalismo para derrotar al comunismo y que se unió a los neoliberales para derrotar al nacionalismo. No tuvo mayor dificultad para llamar fascistas y corporativistas a sectores militares del gobierno y a los nacionalistas. Creía que el próximo líder del gremialismo debía ser el Ministro Miguel Kast Rist, neoliberal de Schoenstatt, y así se lo hizo saber a Luis Cordero cuando Guzmán estuvo enfermo a principio de los años 80. Con todo la SNG mantuvo su influencia generando un sector de sensibilidad social en el gobierno. En 1983 se alejó del gobierno e inició una política social para dar mayor presencia y fuerza a los cuerpos sociales de la nación, con énfasis en las universidades, sindicatos, municipios y regiones. Su eje central fue el Movimiento Nacional Sindicalista, nombre fundacional del nacionalsindicalismo chileno, que fue nuevamente articulado a los 10 años del 11 de septiembre de 1973, por haberse restaurado la democracia de partidos y reafirmado la forma económica neoliberal. En todo el tiempo transcurrido desde 1990 denunció el acuerdo liberal socialista en los 20 años de los gobiernos de la Concertación. No hubo lo que Raúl Santander llamaba Partido Revolucionario para conducir al pueblo al socialismo. La disidencia del Partido Comunista se sumó al esquema de gobierno socialista liberal. Se distanció de los grupos de extrema izquierda, hoy liderado por el anarquismo. El sindicalismo del Movimiento Nacional Sindicalista sigue su marcha. HOMBRES DEL NACIONALISMO Entre los nacionalistas destacados debemos señalar a Germán Vidal Duarte, profesor universitario de prestigiosa trayectoria en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile de la cual llegó a ser Secretario de Facultad. Vidal fue Director del Servicio de Seguro Social del Ministerio del Trabajo y Previsión Social. En ese cargo reunió a un grupo de nacionalistas que formaban parte del gobierno autoritario para rendir un homenaje a los nacionalistas masacrados el 5 de septiembre de 1938 por parte del gobierno liberal de Arturo Alessandri Palma. Entre los asistentes se encontraba Misael Galleguillos Vásquez, entonces Secretario de Facultad de la Facultad de Matemática y Ciencias Naturales de la Universidad de Chile de Valparaíso. Estaban también, entre otros, Rubén Díaz Neira, Pedro Zurita, Germán Moreno y Gastón Acuña, Germán Vidal estuvo en la Intendencia de Santiago y luego asumió la Subsecretaría del Ministerio de Justicia. Publicó El Ministerio de Educación Pública. Organización Administrativa, 1957. Vidal fue profesor de historia y geografía. Estudió esta carrera en la U de Chile. Después estudió derecho en la U. También escribió Alcances de la Responsabilidad Civil Ley 19496, 2004, Alcance sobre Utilización Abusiva de Información de la Ley de Valores, 2003 y otras obras. Dio su apoyo al gobierno militar desde sus inicios hasta el fin de su ejercicio constitucional. Otro hombre del nacionalismo fue Valentín Robles, abogado formado en el Movimiento Nacional Sindicalista. Fue abogado de la Confederación de Dueños de Camiones que dirigía León Vilarín Marín. Formó parte de la Cuproch, Confederación Única de Profesionales de Chile. Presidió el Frente Nacional de Profesionales de Chile Julio Tapia Fallk, abogado y diplomático. Fue Rector de la Universidad de Chile y Embajador de Chile en la Organización de las Naciones Unidas, ONU. Perteneció a la Dirección Jurídica de la Fuerza Aérea de Chile y se desempeñó como asesor del Comandante en Jefe de la FACH, General Gustavo Leagh Guzmán. Presidente del Instituto de Estudios Históricos Arturo Prat ha realizado una importante labor cultural y de defensa de la soberanía nacional. Organizó estudios sobre el nacionalismo chileno, labor que realizó con Fernando Saieh, Misael Galleguillos, Álvaro Quijano, Hugo Carreño, Hugo González de la Vega y Julio Yubero. NUESTRA PALABRA En el momento actual necesitamos con urgencia comunicar nuestra palabra de sabiduría, experiencia y esperanza, que oriente y anime a los nacionalistas y a los nacionalsindicalistas, precisamente cuando por la debilidad de unos pocos se trata de acallar o desprestigiar al Movimiento Nacional Sindicalista y a destacados personeros nacionalistas por haber apoyado el cambio de gobierno el 11 de septiembre de 1973 y contribuido a la reconstrucción nacional. Hoy historiadores de renombre estudian la participación del nacionalismo en el gobierno autoritario. En política se debe ser coherente y consecuente. Todos estamos sometidos al juicio de la historia y nuestro accionar denota un esfuerzo permanente por servir a la patria y a su pueblo. Nuestra palabra está en escritos y documentos de naturaleza política y doctrinaria y en libros publicados por personeros nacionalistas que pueden ser consultados en bibliotecas e Internet. En nuestros tiempos se puede consultar por Jorge Prat, Mario Arnello, Gastón Acuña, Osvaldo Lira, Juan Antonio Widow, Eugenio Cáceres, Misael Galleguillos, Gonzalo Vial, Germán Vidal, Pablo Rodríguez, Mario Góngora, Guillermo Izquierdo, Jaime Eyzaguirre, Tito Mundt, Ariel Peralta, Eduardo Sánchez, Werner von Bischoffshausen, Francisco Samper, Miguel Serrano, Oscar Álvarez, Sergio Miranda, Vittorio Di Girólamo, Julio Fernández, Mario Urzúa y Ramón Callís Arrigorriaga. En estos escritores se puede encontrar una escuela de pensamientos y valores que pueden contribuir a formar a las nuevas generaciones de nacionalistas chilenos.