jueves, 29 de abril de 2010

FE RESUELTA Nº 68

FE RESUELTA
Nº 68 Mayo 2010 fe.resuelta@gmail.com Patria- Estado – Destino
Director: Hugo Carreño Aránguiz http://feresueltachile.blogspot.com/ Fundada en Octubre del 2004



JUVENTUDES Y TRABAJADORES

Los jóvenes estudiantes del sistema público escolar tienen incorporada a su ser la idea de que el sistema vigente no ha sido diseñado para ellos, pues cumplidas las tareas y objetivos terminan con certificaciones que no acreditan haber forjado en ellos conocimientos válidos para ingresar al proceso productivo del trabajo. Lo mismo ocurre con la formación valórica, que no está respaldada ni por los padres ni por los colegios, que no aceptan responsabilidad en el proceso escolar, por la falta de proyectos educativos y por su marginación en el proceso enseñanza aprendizaje, proyectado en planes y programas, donde la participación es casi nula. La excepción la tienen las labores educativas en el marco del arte y del deporte, donde sí participan los estudiantes que generan vinculación e identidad que fortalecen sus capacidades para incorporarse a la convivencia social.
Para los profesores nacionalistas los jóvenes deben tener conciencia de sí mismo, de su familia, de su mundo, de su patrimonio cultural y de su comunidad.
El profesor debe ser portador de valores y de conocimientos válidos. Aquí no pueden existir experiencias equívocas acerca de las ciencias naturales, que ni siquiera son convincentes en las fuentes bibliográficas, donde se desconoce lo que son programas de investigación para estudiar la realidad de la naturaleza y del universo. Se confunde lo que son verdades parciales con las verdades totales como la matemática y la lógica. Lo mismo ocurre con las ciencias sociales y sus “verdades” estadísticas, donde la probabilidad de ocurrencia de hechos y fenómenos está predeterminada. Por eso existen escuelas de pensamiento que basan sus conocimientos en principios filosóficos que establecen la validez total de sus enunciados.
Esta situación debe ser superada, para la incorporación de los jóvenes a la convivencia nacional.
El nacional sindicalismo ha tenido la experiencia de motivar a sus seguidores jóvenes, para terminar la educación obligatoria y acceder al estudio de profesiones y oficios, para cumplir una labor específica en el proceso de producción de bienes y servicios. Por eso tenemos la convicción de la eficacia de la acción educativa del arte, la religión, la filosofía, la moral, la técnica y la artesanía que contienen verdades y emociones propias de las personas como portadoras de la chilenidad.
Para los nacional sindicalistas la formación valórica de la juventud es la base para alcanzar la plenitud de la vida en comunidad.
La valoración de las ideas y creencias de lo chileno tiene la fuerza espiritual para superar la indefinición de los jóvenes frente a la patria, la cultura, la historia, la tradición y todo cuanto forma parte de nuestro patrimonio, como el folclor, el territorio, la familia, la sociedad y lo corporativo, a través del quehacer cotidiano en el medio social al que pertenecemos y de los cuales somos parte o participamos, para realizar nuestras aspiraciones más profundas.
Para nosotros la nación es la comunión espiritual de las ideas, de los actos y de las obras de una comunidad humana constituida por familias y personas asentadas en un territorio, que se remonta al origen y se proyecta al destino, de una patria unida, grande y libre para alcanzar su realización histórica como pueblo, como estado y como destino. Los jóvenes nacionalistas deben actuar en los organismos sociales de las escuelas y del trabajo, a fin de contribuir al logro de los necesarios equilibrios en las labores que le son propias, para alcanzar los fines que se persiguen.
Si están en el ámbito del trabajo, los jóvenes, deben proyectarse a los sindicatos para dinamizar las actividades que se diseñan. Este aporte es fundamental para dar participación a los trabajadores en su cuerpo social. Los dirigentes más comprometidos con sus ideales, saben que esta ayuda juvenil proporcionará elementos de realización, que a la vez que proveerán espacios para la convivencia sindical, aportarán una valiosa experiencia para formar nuevos dirigentes. Además está la organización del tiempo libre.
Es lo que se intentó en la Escuela Sindical con su proyecto Juventud Trabajadora, donde los jóvenes aprendieron los derechos y deberes del sindicalismo, en relación al cumplimiento de aspiraciones y expectativas del mundo del trabajo.
El MNS asigna esta misión a sus jóvenes militantes y seguidores, en la seguridad que los nuevos dirigentes surgirán de los propios sindicatos y no de los partidos que subordinan los objetivos de las organizaciones del trabajo a los intereses de los partidos, que la mayor de las veces trabajan, en forma permanente, sirviendo objetivos que no van en la dirección adecuada, para resolver los problemas laborales. El trabajador dueño de su propio destino tiene conciencia de la propiedad de su ser como herramienta básica para contribuir a burilar el rostro de la patria. Nuestra verdad es realista y por tanto objetiva, lo que hace que más allá de los planteamientos ideológicos, de quienes dirigen las organizaciones obreras del mundo sindical como agrupaciones de clases, entidades liberales o agrupaciones partidistas, en los hechos la vida social y económica nos abrirá el camino para representar sindicatos y gremios hasta formar una comunidad de destino al servicio de los cuerpos sociales de la producción, en el cumplimiento de una función social propia, limitada solo por el bien común.
La pobreza del mundo del trabajo tiene su origen en la ambición desmedida de los dueños del dinero y del poder.
Los hombres y mujeres que trabajan se ven sometidos a presiones socioeconómicas que tienen que ver con amenazas de despido, bajas remuneraciones, malas condiciones en la faena, carencias de toda índole en el ámbito de la educación, la salud, la previsión y la vivienda. Y por si fuera poco, los trabajadores están marginados de los frutos del desarrollo.
El nacional sindicalismo valora a las personas por su dignidad y no le atribuye responsabilidad total a los trabajadores por su situación de pobreza o de miseria si no tiene trabajo, pues este factor, la cesantía, es propia del neoliberalismo económico.
A ellos convocamos a una lucha permanente para lograr la nobleza y la honorabilidad de su gestión económica y social.
Todos deben unirse por ideales hasta forjar un espacio libre, soberano y participativo en la vida cotidiana. Deben saber valorar las limitaciones de sus dirigentes en cuanto a lealtades y servicios.
Desde ya podemos afirmar que con gobiernos de izquierda, bolcheviques en ruso, y dirigentes sindicales que se guían por planteamientos clasistas o partidistas, no se resuelven los problemas. Los problemas que genera el neoliberalismo sólo se resuelven con la firmeza de quienes forman parte del proceso productivo para alcanzar la participación, la autonomía, la formación y capacitación, el acceso a más bienes, más salud, más educación, más propiedad, más previsión, más independencia y jerarquía en la convivencia social. Con todo, los trabajadores y dirigentes nacional sindicalistas respaldan las reivindicaciones laborales, porque concebimos su función social como permanente, en la búsqueda de soluciones a sus aspiraciones más profundas, para realizarse como personas. Para nosotros los actuales sindicatos son la base de una revolución social, que hoy demandan los jóvenes y los trabajadores chilenos.
La búsqueda de soluciones requiere de un cierto orden que puede construirse con las ideas y propuestas del nacional sindicalismo.
Lo que se requiere, como lo hemos reiterado en múltiples instancias, es más poder para los sindicatos.
El Movimiento Nacional Sindicalista saluda a todos los trabajadores chilenos en el Día del Trabajo. El Frente Laboral reitera su decisión de luchar en forma permanente, por la creación de una comunidad de trabajadores, dispuesta a generar las condiciones para alcanzar la libertad, la dignidad, la participación social plena y por tanto el bien común y la justicia.
. DIRIGENTE SINDICAL NACIONALISTA
Jorge Salinas Sánchez, dirigente sindical nacionalista del sector público, siempre ha considerado que el mejor camino para la selección de nuevos militantes es la amistad.
Esto que predica lo ha practicado siempre. Esta actitud se remonta a la época de la herencia política de lo que fue el nacionalismo chileno en la primera mitad del siglo XX, donde destaca la Unión Nacionalista, el Partido Corporativo Popular. El Movimiento Nacional Socialista de Chile, el Movimiento Nacionalista y el Movimiento Nacional Sindicalista. Personeros gravitantes fueron Francisco Antonio Encina, Oscar Álvarez Andrew, Alberto Blest Gana, Ariosto Herrera, Guillermo Izquierdo Araya, Juan Gómez Millas, Ramón Callis Arrigorriaga, Osvaldo Lira Pérez, Delfín Alcalde Wetson, Jorge Prat Echaurren, Sergio Onofre Jarpa Reyes, Mario Arnello Romo y Sergio Miranda Carrington.
Salinas fue discípulo de Víctor Hidalgo Ibarra, que militó en las TNA del MNS de Jorge González von Marees.Después de incorporarse al PADENA, derivó a Patria y Libertad de Pablo Rodríguez, para proseguir en el nacionalismo del trabajo de Ramón Callís, Osvaldo Lira y Misael Galleguillos, con quien compartió actividades políticas en la Escuela Sindical, La SNG y el Frente Laboral de René Sottolicho Poblete y Juan Vergara Gallegos.
Salinas fue presidente del sindicato de la Casa de Moneda. En esta calidad fue miembro de la Coordinadora del Sector Público del Frente Laboral, que le valió una editorial del diario La Tercera.
Hizo amistad y camaradería con Javier Zelaya durante largo tiempo, a quien acompañó hasta su muerte. Hizo lo propio con su amigo Santiago Chesta, viejo militante nacionalista, padre del Oficial de la Armada Nacional Teniente César Chesta Mousset que murió en 1985, a los 26 años, al desactivar una bomba terrorista en Villa Alemana. Santiago, vivió sus últimos años con Jorge Salinas, a quien admiraba por su calidad humana y su perseverancia en el nacionalismo chileno. A esto se debe agregar su amistad con Valericio Orrego, presidente de los trabajadores del Ministerio de Obras Públicas, que fuera procesado por el caso Tucapel Jiménez. El Ministro Sergio Muñoz Fajardo, Ministro en Visita del proceso, anuló el auto de procesamiento el año 2000.
Orrego falleció el año 2005.
Otra persona que se hizo amigo de Salinas es el doctor Jorge Vargas Díaz, que durante largo tiempo tuvo vigencia en el nacionalismo. Fue militante del Movimiento Nacional Sindicalista, participó en el Movimiento de Acción Nacional de Jorge Prat, fue candidato a Diputado, pero no fue electo, al igual que Onofre Jarpa y Mario Arnello. Organizó la Unión Nacionalista de Chile. A su disolución, retornó al Movimiento Nacional Sindicalista. Fue precandidato a la Presidencia de la República, postulado por diversas agrupaciones nacionalistas, pero declinó unilateralmente su postulación.
Vargas es un nacionalista de vieja escuela, con participación en el Instituto de Cultura Hispánica, que existía en Santiago desde 1948. Viajó a España y regresó con la tradicional fotografía junto a Francisco Franco que fue publicada en el diario La Nación.
La familia de Salinas es una familia nacionalista, con cónyuge, hijos y nietos de esta escuela de pensamiento y valores. Su hijo menor y sus nietos han accedido a la educación universitaria en la Universidad Católica y en La Universidad SEK en Santiago.
CAMISA AZUL
La camisa azul, de Falange Española de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalistas, representa para algunos el color de las vestimentas del mundo del trabajo en la España de los años treinta del siglo pasado. Para otros, los más místicos, el azul es el color de la divinidad y de la patria.
Entre esos hombres podemos señalar a los chilenos Julio Fernández Términi, Ramón Callis Arrigorriaga, Sergio Miranda Carrington y Mario Arnello Romo.
Julio Fernández siempre usó su camisa azul. Incluso cuando ingresó al Movimiento Nacional Sindicalista Chileno. Su fe en la doctrina le permitió actuar con estilo y elocuencia en sus opiniones públicas a través de diversos escritos. Su calidad de ingeniero en construcción le dio proyección social. Creó el puerto de San Vicente. Por la sinceridad de sus acciones ha sido reeditado en España por su amplia cultura y sabiduría al escribir sobre los forjadores del nacional sindicalismo.
Fe Resuelta ha decidido reconocer su lealtad, publicando una visión espiritual y sublime sobre la camisa azul.
El color azul es la Verdad Divina. La Patria Celeste. La residencia de los poetas, los santos, los héroes, los sabios y las jerarquías, donde los camaradas muertos montan guardia sobre los luceros.
Color simbólico de la Hiperbórea Patria Mitica del ancestro español y Centro Supremo de la Humanidad en la Edad de Oro.
La hiperbórea es una antigua tierra mágica que explica el origen de la humanidad y de la antigua civilización. Para España, la hiperbórea se origina en los límites del tiempo cuando todo lo que existe en el universo y en la vida es creado por Dios. La confrontación entre el bien y el mal, denotan un momento existencial que se renueva con la muerte y la resurrección de Cristo que se proyecta a la historia con un tiempo que tiene eternidad.
Las cinco flechas solares señalan el camino que lleva a las estrellas; la doble puerta solar, representadas en el Yugo, la salida y puesta del sol, nos muestran un origen mítico y metafísico de la doctrina falangista. Las rozas prendidas en el haz, significan renacimiento espiritual, despertar del hombre interior, el nacimiento del Hombre Nuevo.
Con todo, mientras siga existiendo el “mundo moderno”, seguiremos forjando la Revolución Nacional Sindicalista.
Nuestra concepción total del Mundo y del Hombre, es una manera de concebir a Dios y al Mundo, al Cielo y a la Tierra, al Espíritu y al Cuerpo, a la Idea y a la Acción, por una convicción inseparable a la vida del hombre que debe ser regulada, por una sabiduría que la trasciende, por fines que la trascienden, por una sabiduría divina, por un Dios Ordenador, sin el cual no concebimos ni a la naturaleza ni a la historia.
La Falange Española no se agota en lo hispánico. Va más allá de la política para transformarse en un Movimiento mítico y poético; heroico y viril.
Nosotros, los nacional sindicalistas de Iberoamérica, seguiremos nuestra lucha por construir una Nueva Cultura Occidental, capaz de dar los fundamentos a la Civilización de los Valores Eternos.

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