domingo, 1 de marzo de 2009

FE RESUELTA Nª52


Nº 52 Enero 2009 fe.resuelta@gmail.com Patria- Estado – Destino
Director: Hugo Carreño Aránguiz http://feresueltachile.blogspot.com/ Fundada en Octubre del 2004

PRESENCIA Y ACTITUD

Ha comenzado un nuevo año y quienes viven en función de vivencias valóricas y conocimientos válidos se aprestan a retornar las iniciativas para su realización en la convivencia y la cultura.
La convivencia señala la ruta de su forma de vida y la ruta de su forma de estado para alcanzar la justicia como valor para la patria .
El nacionalsindicalismo sabe de estas experiencias por su protagonismo como grupo social de naturaleza política.
Sabe de personas que se incorporaron a su institucionalidad realizando principios y propuestas a la comunidad nacional de los chilenos, Sabe de sus jerarquías, militantes y seguidores. De sus jerarquías tiene la visión cotidiana que los lleva a una forma de ser que genera una presencia colectiva. cualquiera sea el ámbito de su realización personal y social.
En la actualidad se destacan cuatro miembros de su orden que viven en plenitud los principios y valores establecidos para el cumplimiento de su misión al servicio de la patria para alcanzar la libertad, la dignidad, la justicia y la participación social plena.
Estos hombres son Juan Antonio Widow, que desde la metafísica y la fe da testimonio de un ideal hecho cultura. Eugenio Cáceres, que desde el arte, la planificación, la educación y la familia proyecta una imagen de sana convivencia. Werner Von Bischofhaussen, que desde el catolicismo y la economía busca el realismo para afrontar los fenómenos y sucesos de la vida social de la nación. Misael Galleguillos, que desde la política como poder decisional desarrolla contenidos para lograr la participación de los cuerpos sociales permanentes para hacer realidad la patria de los valores eternos, que se traduce en la búsqueda de la libertad, la dignidad y la justicia proyectadas a un estado con participación social para alcanzar su destino de grandeza.
Los hechos que ha generado como movimiento político ya forman parte de la historia de la patria y estos personeros son base y fundamento de la voluntad de ser de los nacionalsindicalistas chilenos que han superado los testimonios fundacionales para entrar en la lucha política como protagonistas principales del equilibrio de fuerzas que dan sustentación a la convivencia con el apoyo y la acción del pueblo chileno que busca autenticidad en la proyección social e identidad en la convivencia internacional para realizar unidos la creación de un nuevo estado basado en la cultura occidental iberoamericana.
Es de nobleza afirmar que en la actualidad el movimiento nacional sindicalista es más conocido que en el pasado. Hoy día su accionar permanente está en la conducción de Hugo Carreño, Pablo Medina, Sebastián Carreño, David Alderete, Ruben Sanhueza, José Correa, Octavio Tapia, Cecilia García, Felipe Araya, todos de Santiago, y un conjunto de dirigentes de norte a sur que tienen la misión histórica más difícil por los requerimientos que se hacen a un movimiento con contenido histórico y social.
De partida deben conocer su historia, sus proposiciones y sus formas de vida entendiendo con claridad que hay personas y grupos que se esfuerzan por limitar su crecimiento y desarrollo,



toda vez que sus ideales han superado las barreras que se han creado para su fracaso.
Chile nos demanda presencia y actitud en el entendido que esta demanda es fruto de su amor por el nacionalismo. Por eso hemos hablado del amor de la patria.
Esto lo saben sus hombres de mayor experiencia en la tarea política, puesto que deben responder a diario los requerimientos de la vida en comunidad que para nosotros se desarrolla principalmente en el escuela, el sindicato y el municipio.
Los cuatro hombres señalados con anterioridad pertenecen a la universidad y desde allí se han proyectado a la iglesia, a la educación, a la economía, a la familia y a la defensa de la soberanía hechas tradición y cultura de un pueblo que debe ser dueño de su propio destino.


ELECCIONES PRESIDENCIALES

La próxima elección presidencial es un esquema de propuestas donde los candidatos representan algunas propuestas doctrinarias que históricamente han definido a quienes las postula.
Curioso resulta para nosotros observar y contemplar a los candidatos porque provienen de una sola posición: la democracia cristiana. En efecto, Eduardo Frei es un falangista autentico, Sebastián Piñera es hijo de falangista y José Miguel Insulsa proviene de la DC, pasando por el MAPU, para luego aterrizar en el Socialismo Marxista. O sea, los tres palos de un mismo tronco.
José Gómez y Alejandro Navarro vienen de esquemas rígidos de radicales y socialistas respectivamente. Electoralmente sin posibilidades de éxito, pero si con un número de votos que les permitirá negociar su futuro político.
Por otra parte, Adolfo Zaldivar es el típico social cristiano que deshechó el contubernio DC-PC y se fue al PRI, donde unidos a otros sectores, incluidos nacionalistas, pretende fortalecer el centro político y a las provincias. Tal vez postulando a la jefatura del estado pueda lograr peso político e iniciar una marcha hacia el gobierno como lo hizo la Alianza Popular Libertadora que apoyó al General Carlos Ibáñez del Campo, hasta hacerlo Presidente de la República en 1952.
El Movimiento Nacional Sindicalista adoptará decisiones más adelante, pues su tarea es de consolidación política.
Su doctrina, como escribió Misael Galleguillos en su obra Estilo y Doctrina (1995), la conforman principios y valores que definen su quehacer permanente: la verdad es absoluta y los valores son eternos. Junto a ella deviene el estilo que conforma una modo de ser y una forma de convivir.
La labor del Movimiento está expresada en la Revista Fe Resuelta y en el blogspot http://feresueltachile.blogspot.com/
Además parte de sus dirigentes escriben en Chile Austral.
Todo esto en la parte literaria y comunicacional.
Además está la acción pública permanente realizada por sus militantes y seguidores que comprenden el proselitismo y la propaganda.
En verano se visitarán las provincias para tomar contacto con los nacional sindicalistas que conforman unidades desde Arica al extremo austral de Chile.
La fe está viva y el ansia de peso político está presente. Sólo faltan recursos para potenciar sus posibilidades de representación ciudadana.

ETICA Y POLÍTICA

El Movimiento Nacional Sindicalista, MNS, contiene en su identidad institucional a la ética como fundamento de su quehacer político.
Su vivencia identidaria nace de una noción valórica que da fundamento a su esencia corporativa para definir formas de vida que llenen la existencia personal de valores que conciben al nacionalismo como idea fuerza capaz de unir a todos los chilenos generando el espíritu de vinculación y convivencia que va entretejiendo la realización de todas las generaciones que han forjado la chilenidad.
La vida de la República se nutre de conocimiento y valores que han sido aportados por el pueblo en su quehacer histórico.
De modo que lo valórico es un elemento constitutivo de su quehacer político.
Para el Nacionalsindicalismo lo ético se manifiesta en todos los estamentos sociales de la patria.
Esto no siempre es entendido por las fuerzas políticas que sólo ven al pueblo como justificación de sus ansias de poder político y económico. No comprenden a los sectores menos acreditados socialmente producto de sus bajos salarios y peor educación y salud.
En esos sectores, precisamente, está la reserva de la nación.
El MNS cree en el pueblo. Sabe que las personas pueden ser confundidas con verdades parciales que, por tales, no son plenamente verdaderas.
El poder político es una fuerza que tiene capacidad para hacer justicia a quienes trabajan día a día para producir los bienes y servicios que demanda la convivencia. En ellos prima el sentido familiar y social para avanzar gradualmente a niveles de convivencia donde se respeten sus legítimos derechos.
En nacionalismo es portador de los anhelos que surgen de sus aspiraciones y expectativas. Esto deviene de sus planteamientos específicos de la nación como ser histórico cultural, cuya existencia deviene en conciencia y espíritu para ser parte de una etapa de tiempo del ser de la patria.
Estudiantes y trabajadores tienen un espacio para crear y realizar proyectos de bien surgidos de verdades que provienen de la inteligencia, los sentidos y de la voluntad de ser de las personas y las comunidades que se identifican con la nacionalidad y la cultura.
El nacional sindicalismo ha formado hombres que al servicio de los cuerpos sociales y de la patria ha logrado fines que la comunidad debe valorar.
Profesores universitarios, profesionales y trabajadores de todos los oficios conocen en su medio a los nacionalistas que forman parte de los gremios a que pertenecen.
Universidades estatales, tradicionales y privadas saben de sus curricula y respetabilidad. También está ese duro y áspero espacio donde los hombres de trabajo realizan sus proyectos de vida.
Sus inquietudes políticas y sociales sólo se consideran en períodos electorales para luego volver a puntos de referencia donde los valores y las verdades no son consideradas para no perder influencia en le reparto del presupuesto que genera riquezas para los políticos carentes de principios y valores donde la verdad y la ética están ausentes.
Nótese que este requerimiento de verdad y bienestar genera un abismo entre la política y la convivencia social.
La justicia es un elemento que moviliza a la personas y grupos a alcanzar sus fines. Por eso llamamos a todos los chilenos a contribuir a la creación de espacios donde el tiempo señale un período que permita la realización de las aspiraciones que movilizan a las personas para lograr su tranquilidad y bienestar, que permita a todos los chilenos seguir esforzándose, hasta alcanzar niveles que hagan posible el avance social de las familias.

CENTENARIO DE LA CREACIÓN DEL NACIONALISMO

Hacia 1910, primer centenario de la Independencia Nacional, primaba en nuestra patria, en plenitud, el liberalismo político y económico. Entonces un grupo de patriotas generó las condiciones para crear un movimiento nacionalista de carácter patriótico que superara la situación generada en Chile después de la revolución de 1891, donde se impuso un régimen parlamentario sin autoridad política y una forma económica sin restricciones donde los bancos privados generaban su propia moneda. Los liberales entregaban a expertos como Courcelle Seneuil para que dirigieran la economía según los padrones absolutos de la regulación por el mercado de todos los aspectos de la convivencia nacional.
Hombres de la calidad de Guillermo Subercasseaux, que provenía del partido conservador, propusieron una política económica y monetaria que contribuiría al fortalecimiento y desarrollo de nuestra patria. Junto a Francisco Antonio Encina fundaron la Unión Nacionalista de Chile en 1914. Francisco Antonio Encina escribió una historia de Chile que superó la versión histórica liberal que era coincidente con todas las historias de las naciones escritas por liberales. Para fundar el nacionalismo se hizo necesario conocer nuestra historia para valor el esfuerzo realizador de nuestros ancestros que construyeron la convivencia y el estado ejerciendo domino sobre el territorio, construyendo ciudades y pueblos que generaron una cultura chilena dotada de identidad y que tuvo que enfrentar guerra victoriosa para consolidar la independencia y soberanía de la patria chilena.
El sistema de autoridad colonial creó instituciones donde el poder de la Corona Española no ejercía el poder político y daba autonomía a la naciente sociedad rural para realizar sus funciones que comprendían actividades sociales, económicas y culturales. De hecho la Iglesia Católica ejercía la acción pastoral sobre españoles y mestizos tratando de incorporar a los pueblos nativos a sus creencias y a la fe cristiana. La mayor obra de la época colonial fue la dictación y aplicación de las Leyes de Indias, que consideraba a los habitantes de estas tierras provistos de derechos, y la creación de colegios y universidades. Además, en nuestra tierra no se aplicaron las instituciones llamadas cabalgadas, como ocurrió a la llegada de los españoles al continente en 1492. Chile fue conquistado en 1541, cuando esa institución había sido disuelta por el Rey de España. Entonces la Iglesia y la Milicia eran profesiones que consolidaban la autoridad de las familias cofundadoras de la chilenidad. Fue en la época de la emancipación cuando se genera el sentido de la nacionalidad con la acción patriótica y la creación de fuerzas militares permanentes para mantener la autonomía de la patria .

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